La estrella del anochecer
Edward Burne Jones
Viaje de Acuario
estrellas fugaces,
una sirena con cola de cometa.
Al mirarte desde algún rincón del cielo
pareces un mapa estelar
donde yo navego
hasta tu seno planetario.
Te encontraría en la mitad del mediocielo
deshaciendo lunas,
pintando eclipses infinitos.
Estoy en la cima de la montaña,
siento el juguetear del viento sobre mi pelo
Para mi cuello me doy
los anillos de Saturno y un perro fiel
para que ladre en el horóscopo
de mi alma misteriosa.
La Persiana
El gran ventanal está frente a mí
divisando los cerros nevados
de la cordillera.
Por el largo pasillo
bordeado de árboles
transitan mujeres y niños,
los jardines se dejan ver
hasta las aceras.
Un hombre regando bajo los árboles
llenos de pájaros.
en un colchón de hojas de barro
no puedo dar un paso sin que las ramas de los arbustos
me azoten el dorso y las piernas.
Delante de aquella abertura,
mediando el aire,
a veces el sol quiere entrar.
Con tus tablillas de color marfil
impidiéndolo estás.
Así puedo seguir observando el paisaje
entre las barras horizontales
que se desprenden de arriba hacia abajo.
Sigo mirando las arboledas calladas.
Otras flores sus aromas vierten,
otra armonía en el espacio,
Recuerdo
que siente el temblor de una lágrima
no viene a mí
con la urgencia de ayer.
Buscaba tu rostro querido
en las estrellas
hallando sólo tu voz.
Susurros suaves
que mitigarían mis penas
palabras que durarían
en el viento una eternidad.
Este dolor que añoro
que siente el temblor de una lágrima.
Tierra de cementerio
De dos gruesos cordeles
suspendidos
pesadamente desciende
el ataúd al fondo de la fosa.
Un brazo largo negro velludo,
sus dedos cubiertos de tierra reseca,
se alza en medio
de la confusión de los sepultureros.
Corren, corren
por el largo camino
despavoridos
cayendo, parándose.
Sintiendo unos dedos huesudos,
rígidos, helados como nieve
cercano a sus pies
queriendo recuperar su prenda.
Gritan, pidiendo socorro y perdón,
nadie los escucha,
la tarde va cayendo sombría
de un color opaco triste.
Están solos en medio del camino
cubierto de hojas secas que ruedan
por la tierra
húmeda del cementerio.
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