Rafael
como lenta cae la lluvia
en tierra seca
en tierra suelta
levanta aromas
que aspiro a bocanadas.
Dos caminos me detienen
donde bañan sus gráciles ramas
los sauces llorones,
el otro donde mis amigos
chapotean ideas
entre el humo encendido
y un vaso de cerveza.
Arrecia la lluvia,
como jirones musicales
me abraza.
Ya no vuela el polvo
escurre en hilos juguetones.
Lentamente dirijo mis pasos
a enredos de palabras y risas;
porque me pone triste
en tardes de lluvia
la soledad del río.
Afanadas manos, ateridas
limpian surcos
uno, dos, tres y alas
uno, dos, alas y gloria.
Lluvia cercana
el viento empuja
y la anuncia, no suave.
“Si llueve se borra mi avión,
si la dejo a la lluvia
envidiosa
en gorgoritos se reirá de mi”
Firme ahonda las líneas
“Así corre la lluvia
y mi avión será intacto
cuando el sol vuelva a secar"
Amplio el angosto sendero
margaritas luminosas
y floridas mariposas
me miran al pasar.
La vida se me abre
como capullos al reír.
Todo me sabe a sol
que se regala generoso.
Me sabe a luz
filtrada en el follaje,
fulgor estremecido, brilla
en piedras de arco iris
bajo mis pies.
Todo me sabe canto
y en el minuto del tiempo
de mi canción
inclino mi mano
¿Tu alegría corto, blanca flor
en el ojal?
me espera el silencio
de ojitos dormidos
cansados de llorar
pan y cariño.
Yo temblorosa entono
las melodías de tacones altos.
Soy hoja seca convertida en polvo
desaparezco en cada soplo
hombres lascivos de horas nocturnas
besan mi cara pintada.
Pierdo mi nombre.
Es la luna que invita
roja de susto y asombro.
Vuelan olas del tiempo
arrastran mis sueños
donde navegan preguntas
y zozobran dudas cansadas.
Silencio es dolor, agobio.
Saltan zapatos y broches con furia,
risas masturban la mente
queman mi cuerpo
en llagas y escarnio.
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